lunes, 29 de diciembre de 2008

Este día me mueve el piso de emoción




Éramos simplemente una pareja y después de mucho desearlo y trabajar para conseguirlo, un día como hoy volvimos a casa siendo una familia, muy igual a cualquier otra, muy distinta a todo el resto.
Hacía mucho calor y en la puerta de casa nos esperaban mi mamá y mi hermana Ile. Vieron a los niños y se largaron a llorar y recuerdo que con lágrimas en los ojos les dije: “no lloren, no los asusten”. Ese día vinieron todos, cada uno con un regalito. Mi familia había transformado nuestra casa en un hogar…había cunas, carteles de bienvenida, la gente nos traía, ropa, pañales, flores….en un momento, en el pequeño departamento de calle Salta no dejaba de sonar el timbre, el teléfono, la puerta y era un entrar y salir de gente que nos amaba y los amaba….ese día mis hijos conocieron a toda su familia, a sus primos, a sus amigos….así, de repente, todo junto y a borbotones, con excesos de amor y de brazo en brazo.
Ese día, todos nos adoptamos, aprendimos en un curso acelerado: que la sangre es un líquido rojo, que transita por las venas y tiene un grupo sanguíneo y que la familia se elige y se construye.
Todos los años, festejamos éste día, para mis críos es un festejo en el cual ellos eligen que hacer y a donde ir, para nosotros es pura emoción y un ir y venir de recuerdos, sensaciones, olores que quedan en el alma y en la piel.
Un día como hoy, hace 7 años nos adoptamos todos.