El otro día voy a una marcha por los derechos de los niños. El objetivo general es que se agilicen los trámites que tienen a miles de chicos en hogares de tránsito, instituciones, etc y que no pueden ser dados en adopción y gozar de una familia, por circunstancias administrativas (si queremos ponerle un título agradable), el tema es largo, lo cierto es que la burocracia es terrible (y cada vez peor) y los niños van creciendo en instituciones que de ninguna manera pueden sustituir
La marcha se hacía en
Yo no soy integrante de ninguna de las organizaciones, iba en apoyo a la causa de los niños, por ende me puse a inflar globos, intentar colgar unos carteles, etc. Justo en éste último menester, no contábamos con una escalera para atar uno de los extremos del cartel a un árbol y voy en busca de alguna persona de estatura superior a la nuestra, para que nos ayudara. En eso veo a un muchacho de unos veintitantos años, bastante más alto que cualquiera de nosotras y le pedí ayuda. Él estaba tratando de desenredar un cartel que el viento reinante había enmarañado. En seguida, dejó el cartel y cuando venía conmigo, lo detiene una mujer de unos 50 y tantos años que estaba parada detrás de un cartel (de su propio partido político) que rezaba: SOLIDARIDAD con letras inmensas. Me “agarra del brazo” y me ataja. Luego me increpa diciéndome: “un momento, nosotros tenemos prioridad, porque llegamos después que Uds. Y estamos atrasados!!!!”. El muchacho se detiene, yo lo miro y le digo: “andá, no te preocupes, son dos segundos, y si necesitan que alguien les dé una mano, me quedo yo, acá, junto al cartel que pusieron Uds y que dice SOLIDARIDAD”. La mujer bajó la cabeza visiblemente ofuscada y para cuando el muchacho volvía, yo ya les había desenredado el cartel.
Pequeñas miserias humanas …..mucha pelusa en sus ombligos….y un espejo delante en que solamente ven sus intereses….triste y paradójico a la vez….
La foto corresponde al cartel que finalmente colgamos gracias a la SOLIDARIDAD de un muchacho.