lunes, 2 de septiembre de 2013

Evocando la memoria adolescente

Hoy tuve que ir a la escuela de mis hijos a hablar con una profesora. Aclaración: si bien ellos están en 7º, ya les han incluido algunas docentes de años posteriores, para que se vayan acostumbrando al ritmo del secundario.
Pero como dice mi amiga Marina en relación con sus hijos ,” ellos están adaptados y son capaces ¿pero yo?”. Si bien mi hija no la denomina así, tenía que ir a hablar con: “La vieja de”.. en ese momento vino a mí como en una nube mi memoria emotiva:  la secundaria, y esas ancianas decrépitas, mujeres de dientes postizos, peinados inflados con spray, olor a tapados guardados en placares llenos de naftalina, labios rojos mal pintados y con un saber de libro de memoria. Aunque soy bastante injusta y he tenido en mi historia escolar docentes entrañables, queribles, hasta adoptables, de esas que da gusto escucharlas y hasta verlas y pararlas en la calle para conversar. Pero ésta mañana no estaban en mi cerebro y yo era la madre de… “citada para…”
Primera pregunta de mi cobardía maternal: ¿Por qué no citan a los padres varones?....me arreglé y fui pensando en lo que me diría y en lo que debía contestarle. Tuve que salir del rol adolescente que me embriagaba y me decía al oído “que esa mujer no tenía la razón, no entendía nada, le había tomado bronca y la tenía de punto”. Por suerte encontré mi  eje a la entrada de la escuela y en cuanto me la presentaron supe que la realidad era otra. Ella era suave, dulce, de no más de 1,50 mts, joven (27 años me dijo que tenía) y hasta ternura me inspiró. Su desconcierto ante ciertas posturas de mi hija la tenían realmente preocupada (o habría que darle el Oscar) pero le creí, nada que una madre y una docente no pudieran arreglar con tres palabras. La charla rondó más en la realidad cotidiana, la biología y como hacer un compost (tema de mí interés porque tengo mi huertita y estaba en duda en unos materiales). Nos saludamos con un beso y salí pensando en mis viejas docentes secundarias ¿serían así de ancianas? Nadie nos prepara para ser padres, pero para ir a hablar con los profesores menos.
La semana pasada fui a anotar a mi hijo a una escuela y me dieron el Reglamento, cuando empiezo a leerlo casi muero de la risa: “está terminantemente prohibido el uso de armas de fuego, armas blancas, el uso de piercing, collares, pulseras, anillos, el uso de celulares dentro del aula, gorras (en clase) y mascar chicle en el aula (todo en el mismo contexto) con tres renglones de diferencia.
Además, hablaba de cosas comunes y no tanto: deben asistir con el uniforme reglamentario, en buen estado, “limpio”, a horario, se les tomará lista y se izará la bandera…
En una ironía emulando a Geretto le digo al secretario ¿Por qué están prohibidas las armas de fuego?¿ Los otros chicos envidian? Y gracias a Dios la persona que me atendió tenía humor y me dice: ¡si Uds. supieran las cosas que nos han pasado en los dieciséis años que estoy acá! Y yo pensaba en mi mamá y en mi papá y la imposibilidad de que les hubieran dado a leer un reglamento así. Además, aclaraban como una novedad “que los hijos son responsabilidad de los padres”.

Leyendo esto parece que yo hice la secundaria en el 1800 y noto como han cambiado los tiempos….los docentes han rejuvenecido y los reglamentos se van modificando  para adecuarlos a otra realidad.

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