Todos quedamos conmocionados con el Tsunami y el terremoto en Japón. Uno se siente impotente al ver las imágenes y con la imposibilidad absoluta de ayudar al otro. Ese otro tiene familia, hijos, una vida casi como la de cualquiera y le pasan cosas atroces. En un segundo tu vida ya es distinta.
Me quedé enganchada con un noticiero (digámosle A) que contaba la historia de un argentino radicado en Japón hace tiempo, que por trabajo se tuvo que ir al otro lado del país y que recibió un mensaje de su mujer que decía algo así como: “hay un terremoto muy grande, te amo” y no se pudo comunicar más. Este noticiero no sé como dio con él que estaba cruzando medio país en ruinas para reencontrarse o no con su familia. Tenía un celular que cargaba con la batería del auto, una netbook sobre las rodillas, el tanque lleno y tanta adrenalina como para cruzarse medio mundo en caos (para él era eso) con rutas destruidas y réplicas del sismo a todo momento. Un GPS que de poco servía porque todo el tiempo lo desviaban de las rutas originales y rezaba para conseguir nafta y poder llegar. No me quedé 30 hs frente a la TV porque tengo una vida, pero lo miré bastante. En el camino él iba contando lo que veía, como no reconocía los lugares en donde alguna vez hubo algo…en pantalla todo el tiempo estaba su foto y se reiteraban las imágenes de barcos tragados por olas enormes, edificios que se caían y él contaba cosas de sus hijos y hablaba de su mujer con tanto amor que entristecía. Por momentos recibía alguna noticia: estaban en un refugio a salvo y seguía andando. Unas 30 veces escuché al reportero decirle que él estuvo en el terremoto de Chile y contarle a éste tipo miles de desastres que él vio y la necesidad de apoyar psicológicamente a sus hijos en cuanto llegara y todo era negro (no era el ideal compañero de ruta) Además le decían que para lo que necesitara contara con ellos….esto era repetido hasta el cansancio. La hago corta. El hombre tardó 30 horas en hacer 1000 Km. hablando todo el tiempo con los del noticiero A. La llegada (por audio) fue emocionante, porque el GPS se confundió y le marcó otro sitio, el llegó de noche y nevando, así que no reconoció su casa, pero llegó y estaban todos vivos y a salvo …fin de la historia con final más que felíz.
Hasta acá todo ok. Al día siguiente pongo en Internet al canal B de noticias y resulta que el B, transmitió las 30 horas con la esposa de éste argentino y ella les decía “estoy desesperada porque no tengo noticias y está tardando mucho” y los desgraciados le decían, “no te preocupes, ya va a llegar”…los del noticiero A y el B sabían el estado de situación de ésta familia y ¡no les dijeron nada! No pueden ser tan inmorales, tan amarillistas, infelices, retrasados, por 10 puntos más de rating !!! Viven chequeando que está sacando el otro al aire y por unos puntos más, callaron para sostener el suspenso (que podrían haber capitalizado a favor de todos)…
No es bueno desear el mal a nadie pero ésta vez me permito una excepción…Ojalá les agarre un Tsunami a ellos, pero a ellos solos…sin GPS, sin nafta, y sin celular…
Me quedé enganchada con un noticiero (digámosle A) que contaba la historia de un argentino radicado en Japón hace tiempo, que por trabajo se tuvo que ir al otro lado del país y que recibió un mensaje de su mujer que decía algo así como: “hay un terremoto muy grande, te amo” y no se pudo comunicar más. Este noticiero no sé como dio con él que estaba cruzando medio país en ruinas para reencontrarse o no con su familia. Tenía un celular que cargaba con la batería del auto, una netbook sobre las rodillas, el tanque lleno y tanta adrenalina como para cruzarse medio mundo en caos (para él era eso) con rutas destruidas y réplicas del sismo a todo momento. Un GPS que de poco servía porque todo el tiempo lo desviaban de las rutas originales y rezaba para conseguir nafta y poder llegar. No me quedé 30 hs frente a la TV porque tengo una vida, pero lo miré bastante. En el camino él iba contando lo que veía, como no reconocía los lugares en donde alguna vez hubo algo…en pantalla todo el tiempo estaba su foto y se reiteraban las imágenes de barcos tragados por olas enormes, edificios que se caían y él contaba cosas de sus hijos y hablaba de su mujer con tanto amor que entristecía. Por momentos recibía alguna noticia: estaban en un refugio a salvo y seguía andando. Unas 30 veces escuché al reportero decirle que él estuvo en el terremoto de Chile y contarle a éste tipo miles de desastres que él vio y la necesidad de apoyar psicológicamente a sus hijos en cuanto llegara y todo era negro (no era el ideal compañero de ruta) Además le decían que para lo que necesitara contara con ellos….esto era repetido hasta el cansancio. La hago corta. El hombre tardó 30 horas en hacer 1000 Km. hablando todo el tiempo con los del noticiero A. La llegada (por audio) fue emocionante, porque el GPS se confundió y le marcó otro sitio, el llegó de noche y nevando, así que no reconoció su casa, pero llegó y estaban todos vivos y a salvo …fin de la historia con final más que felíz.
Hasta acá todo ok. Al día siguiente pongo en Internet al canal B de noticias y resulta que el B, transmitió las 30 horas con la esposa de éste argentino y ella les decía “estoy desesperada porque no tengo noticias y está tardando mucho” y los desgraciados le decían, “no te preocupes, ya va a llegar”…los del noticiero A y el B sabían el estado de situación de ésta familia y ¡no les dijeron nada! No pueden ser tan inmorales, tan amarillistas, infelices, retrasados, por 10 puntos más de rating !!! Viven chequeando que está sacando el otro al aire y por unos puntos más, callaron para sostener el suspenso (que podrían haber capitalizado a favor de todos)…
No es bueno desear el mal a nadie pero ésta vez me permito una excepción…Ojalá les agarre un Tsunami a ellos, pero a ellos solos…sin GPS, sin nafta, y sin celular…
http://jivare.blogspot.com/2010/06/preparativos-para-el-viaje-japon.html
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